La fortaleza roja nazarí de Granada es siempre de obligada visita, pero si puede visitarla de noche por favor, no deje pasar la oportunidad de conocer éstas estancias llenas de misterio, arte y belleza.
Nada mas comenzar la visita a los Palacios nazaríes de la Alhambra, entras en la habitación de Isabel de Portugal, aunque nunca llegó a ocuparla. Dentro del cuarto sobresale la techumbre, en madera de cedro, y decoración de piñas y conchas, con armadura de cuatro faldones. Bajo él, ventanas cerradas con celosías.
La fachada del palacio fue erigida por mandato del Mohamed V, siendo inaugurada en 1370, es una fachada interior que anticipa la majestuosidad del interior del palacio.
En el recinto centraldel Palacio de Comares se encuentra el patio de los arrayanes. A ambos lados de la alberca, que ocupa gran parte del patio, se encuentran plantados los arrayanes que dan nombre a este patio. En el mismo se puede encontrar uno de los temas ambientales de la Alhambra: la presencia del agua. Y no sólo actuando como tal, es decir, agua, sino también como espejo. Precisamente en esta alberca se refleja la imponente Torre de Comares. En un extremo hay una galería a lo ancho del patio y en sus extremos, alcobas de tertulia.
El salón de Comares es la estancia más amplia y elevada de todo el
palacio, ocupa el interior de la Torre de Comares, dominando con su
vista el valle del Darro.
En el
centro de la sala se puede observar un cuadrado con el nombre de Alá
escrito sobre azulejos. Cada centímetro de la pared está cubierto por algún elemento decorativo.
Todas las paredes están cubiertas de yeserías con motivos de conchas, flores, estrellas, escrituras. La calefacción era de braseros y la iluminación con lámparas
de aceite.
Uno de los aspectos más atrayentes del Salón de los Embajadores es su
techo, de forma cúbica. En él se representan los siete cielos de la
cultura musulmana, situados uno encima de otro. El Corán dice que sobre ellos está el trono de Dios; todo el techo está lleno de estrellas, en total son ciento cinco.
El techo es una representación del Universo, quizás una de las mejores representaciones de la Edad Media. Una auténtica maravilla hecha en obra de arte.
Bóveda de mocárabes de la Sala de las dos Hermanas.
Otra de las joyas arquitectónicas de la Alhambra es el fabuloso palacio de Carlos V. Éste presenta planta cuadrada con patio interior circular y fue diseñado por Pedro Machuca en 1527.
Su fachada es totalmente renacentista. El primer cuerpo es de estilo toscano con almohadillado.
El segundo posee elementos decorativos propios del barroco. Sobre la
puerta principal, se encuentran dos estatuas aladas de mujer reclinadas
en el frontón. Los anillos de hierro de la parte baja son puramente decorativos,
siguiendo la moda vigente en Florencia y Siena en el momento de la
construcción.
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