El antiguo debate en la Hermandad de las Siete Palabras en relación con el cambio de la Dolorosa que procesiona bajo palio en la tarde noche del Miércoles Santo, Nuestra Señora de la Cabeza, se reavivó hace justamente un año después de que un grupo de unos cincuenta hermanos -las reglas de la corporación determinan que hubiera bastado con una veintena- presentaran el 18 de junio de 2020 un escrito, rubricado con sus respectivas firmas, solicitando a la junta de gobierno que encabeza como hermano mayor Antonio Escudero Galván la celebración de un cabildo en el que volver a abordar esta cuestión.
Además, los hermanos solicitantes proponían que, como ya ocurriera en el año 2002, la única opción de cambio fuera la Virgen del Amor obra de Juan Manuel Miñarro y que la actual Virgen de la Cabeza permaneciera en dependencias de la Hermandad. Este cabildo se fijó en principio para el pasado 17 de abril, aunque la situación pandémica ha hecho que finalmente se celebre este domingo 13 de junio.
El resultado del cabildo de hermanos celebrado este domingo en el convento sevillano de Santa Rosalía ha sido el siguiente:
Votos emitidos, 300.
En contra del cambio, 158.
A favor de cambio, 136.
En blanco, 6.
LA VIRGEN DE LA CABEZA, SE QUEDA EN SAN VICENTE
Todo comenzó en 1901. Emilio Pizarro talló para la hermandad un paso alegórico del Sagrado Corazón, siendo esta la primera hermandad de Sevilla que rinde culto a esta advocación desde el siglo XVIII. De aquella escenografía, la hermandad aún conserva la imagen principal. A aquel misterio, que nunca llegó a bendecirse ni a usarse, le acompañaban dos ángeles. Uno de ellos se utilizó como Virgen María en el portal de Belén de la parroquia de San Vicente durante mediados del siglo XX. Aquella imagen pasó a ser poco después la Virgen de la Cabeza.
Llegó el año 1956. La hermandad de las Siete Palabras estaba inmersa en la preparación de la conmemoración de los 400 años. Por ello, la junta de gobierno de entonces creó una comisión para recuperar una de las advocaciones fundacionales: Nuestra Señora de la Cabeza, hermandad de gloria fundada en 1561 en el convento Casa Grande del Carmen de la calle Baños y una de las corporaciones fusionadas que han dado lugar a las Siete Palabras actual.
Para ello, no se encargó una obra nueva y sí se eligió a Manuel Escamilla para remodelar una de las tallas alegóricas de aquel conjunto de Pizarro: uno de los ángeles. El 30 de diciembre del mismo año fue bendecida por el cardenal José María Bueno Monreal. En 1978 sustituyó las manos. Desde ese momento hasta el día de hoy continúa recibiendo culto como titular de la hermandad de las Siete Palabras.
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