Miles de cohetes y tracas, y las alegres dianas a cargo de los tamborileros dan el pistoletazo de salida a la tan esperada romería de la Hermandad de la Divina Pastora de Cantillana. La comitiva compuesta por cientos de caballos y miles de personas (éste año no hubo carretas por las restricciones sanitarias), se dirige al santuario en Los Pajares en una carreta de plata tirada por bueyes. El cruce de la comitiva por el río Viar es uno de los momentos más emotivos del camino de ida dejando estampas realmente bellas.