Majestuosa, multitudinaria, desbordante y especialmente emotivo fue el traslado que la imagen sevillana mundialmente conocida, Jesús del Gran Poder hizo a la catedral por motivo del Jubileo de la Misericordia. Cientos de miles de personas (cofras oficiales) se congregaron junto a la antiquísima imagen de Juan de Mesa fechada en el año 1620. Toda una obra de arte única en el mundo que volvió a salir a las calles de Sevilla, pero ésta vez fue algo único y casi irrepetible. Por primera vez los rayos intensos del sol daban calor a la cara del nazareno sevillano que veía despues de casi 400 años el cielo azul de Sevilla.
Tras varias horas de espera pude contemplar su paso por, quizás, el lugar mas emotivo de su vuelta a la Basilica. Alrededor de la 1 de la tarde las puertas del convento de Santa Ángela de la Cruz abrieron sus puertas para reunir a sus feligresas y cantar a Jesús por primera vez en la historia.
El numeroso público que se congregaba a las puertas del convento, contuvo la respiración al ver de repente a Dios revolviendo uno de los callejones de Sevilla.
La talla está pensada para representar la escena evangélica en la que Jesús marcha camino del Calvario
portando la Cruz con las 2 manos. La pierna izquierda está
adelantada con un paso de gran amplitud y la rodilla flexionada.
Maravilloso momento en que Jesús del Gran Poder giró su paso procesional y se detuvo ante las monjas de Santa Ángela de la Cruz, las cuales rezaron una oración en forma de canto.
Si algo distingue a ésta talla de nazareno en Sevilla es por su andar. Estremece ver de espalda a Jesús del Gran Poder mientras se aleja a través de grandes zancadas que dan un aspecto hiperrealista a la imagen.
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